DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DEL PARTIDO SOCIALISTA
Aprobada por el Congreso fundacional del Partido Socialista
Argentino.28 y 29 de junio de 1896 El Partido Socialista, representado por
sus delegados reunidos en Congreso, afirma:
Que la clase trabajadora
es oprimida y explotada por la clase capitalista gobernante.
Que ésta, dueña como
es de los medios de producción, y disponiendo de todas las fuerzas del Estado
para defender sus privilegios, se apropia la mayor parte de lo que producen los
trabajadores y les deja sólo lo que necesitan para poder seguir sirviendo en la
producción.
Que por eso, mientras
una minoría de parásitos vive en el lujo y la holgazanería, los que trabajan
están siempre en la inseguridad y en la escasez, y muy comúnmente en la
miseria.
Que en la
República Argentina, a pesar de la gran extensión de tierra inexplotada la
apropiación individual de todo el suelo del país ha establecido de lleno las
condiciones de la sociedad capitalista.
Que estas condiciones
están agravadas por la ineptitud y rapacidad de la clase rica, y por la
ignorancia del pueblo.
Que la clase rica
mientras conserve su libertad de acción, no hará sino explotar cada día más a
los trabajadores, en lo que la ayudan la aplicación de las máquinas y la
concentración de la riqueza,
Que, por consiguiente,
o la clase obrera permanece inerte y es cada día más esclavizada, o se Levanta
para defender desde ya sus intereses inmediatos y preparar su emancipación del
yugo capitalista.
Que no sólo la
existencia material de la clase trabajadora exige que ella entre en acción,
sino también los altos principios de derecho y justicia , incompatibles con el
actual orden de cosas.
Que la libertad
económica, base de toda otra libertad, no será alcanzada mientras los
trabajadores no sean dueños de los medios de producción.
Que la evolución
económica determina la formación de organismos de producción y de cambio cada
vez más grandes, en que grandes masas de trabajadores se habitúan a la división
del trabajo y a la cooperación.
Que así, al mismo
tiempo que se aleja para los trabajadores toda posibilidad de propiedad privada
de sus medios de trabajo, se forman los elementos materiales y las ideas
necesarias para sustituir el actual régimen capitalista con una sociedad en que
la propiedad de los medios de producción sea colectiva o social, en que cada
uno sea dueño del producto de su trabajo, y a la anarquía económica y al bajo
egoísmo de la actualidad sucedan una organización científica de la producción y
una elevada moral social.
Que esta revolución,
resistida por la clase privilegiada, puede ser llevada a cabo por la fuerza del
proletariado organizado.
Que mientras la
burguesía respete los actuales derechos políticos y los amplíe por medio del
sufragio universal, el uso de estos derechos y la organización de resistencia
de la clase trabajadora serán los medios de agitación, propaganda y
mejoramiento que servirán para preparar esa fuerza.
Que por este camino el
proletariado podrá llegar al poder político, constituirá esa fuerza, y se formará
una conciencia de clase, que le servirán para practicar con resultado otro
método de acción cuando las circunstancias lo hagan conveniente.
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